Son las 3 de la mañana del Jueves campusero. Delante de mí hay unas mil quinientas personas con sus respectivos resplandores de TFT que aguantan el sueño a base de chutes de
cafeína y azúcar, y a mí ya me escuecen los ojos de matar zombies.
Todo está yendo bastante bien, currando mucho y disfrutándolo. Éste año la producción es una maravilla y da gusto montar las charlas. E incluso da cierto placer que te enganchen para moderar una Mesa Redonda sobre Emprendedores y Software Libre, aunque los ponentes se den de ostias (verbales) y la cosa se vaya por los cerros de úbida y a posiciones de memoria no inicializadas…
Ahí quedará, para la posteridad, el vídeo de mi fracasado arbitraje , que me da más vergüenza ajena que otra cosa. Y digo ajena porque apenas me reconozco viéndome en vídeo. Me pasa como con la voz, pero a lo bestia: los gestos, los movimientos, la cadencia en el hablar… no me parecen lo mismo grabado y visto desde «fuera de mi».
En fin, que aún quedan días hasta el domingo, y que aguantaremos como podamos. Y aún nos queda una charla, el sábado, sobre Iniciación a Linux, que daremos el amigu Ender y yo, que a ver como sale…
Suerte con la charla.
Y un dato sin importancia, en el 100 montaditos del centro comercial de al lado de la campus trabaja mi novia. Es la que miraba fascinada a todos los campuseros porque le encanta la gente que tiene una afición y la vive, pero si le dices: «¡Yo conozco a goatsot!» no sabrá a quién te refieres 😀
Ha sido una Campus GENIAL de principio a fin.
Bueno, el final no ha sido genial porque no quería que llegara 😛
Goatsote! Tú también eres medio-nerd, ¿no te molan las campus?
Mageles, tendría que durar un mes!