Al contrario de la Teoría de Hans Moravec, investigador en Robótica en la Carnegie Melon University, quien pensaba ya hace unos cuantos años que el siguiente paso evolutivo del hombre es La Máquina (un sistema informático con la misma o más capacidad de procesado y almacenamiento que el cerebro humano, donde descargaríamos nuestros conocimientos, gustos, capacidades, e incluso nuestra personalidad), discutíamos si no habrá un paso mucho más evidente y menos progresivo. A sabiendas de que, en términos estadísticos:
- El hombre es el causante de la devastación ecológica planetaria.
- El hombre es el causante de la degradación de la sociedad, del reparto desigual de riquezas, de las guerras y del hambre.
- El hombre es, por naturaleza, egoísta, avaricioso y ambicioso y le trae sin cuidado el futuro de su descendencia.
Por éstas y más razones llegamos a la conclusión de que, si se dieran las circunstancias propias, y la Humanidad tendiera a la evolución con la finalidad de preservar la especie, la única solución está a la vista: El siguiente paso evolutivo del hombre es la mujer.
Y me da miedo, porque la tecnología actual permitiría a una raza humana poblada únicamente por mujeres sobrevivir, al estilo de Un mundo Feliz, eliminando de raíz las dos ansias del ser humano: el Sexo y el Poder, y creando una sociedad ahora utópica donde las discusiones se hablan, donde la violencia no existe, donde no hay fútbol… Que no quiero decir que no haya mujeres que se comporten de esa manera, ni que todos los hombres sean así.
En contra de ésta «teoría andrógina» existen multitud de argumentos: que la amistad entre los hombres es más duradera que entre las mujeres -Aunque la mayoría de amistades femeninas se rompen o degradan por culpa de líos de parejas-, que hay mujeres que no quieren renunciar al sexo con hombres y rechazan la homosexualidad, que los hombres no nos dejaríamos exterminar así de fácilmente o que sería horrible que todos los úteros mundiales se sincronizasen y hubiera una semana al mes de apocalípsis planetaria pasajera…
Lo único que tengo por seguro es que es posible que hubiese un mundo felíz de «hembras sin machos», pero es imposible que los hombres viviéramos felices en un mundo sin vosotras.