Aunque no escriba demasiado

sigo por aquí, eh, Moe, que no tienes dinero, Moe. Entre el cole y la empresa, voy de un lado para otro de 9 a 21 y no me puedo parar mucho a «volcar estupideces», pero si alguien entra por aquí y se aburre de ver siempre lo mismo, le recomiendo que le eche un ojo a la sección que hay más abajo llamada Estúpido Internet, donde voy dejando enlaces de las cosas que veo por ahí y me han gustado.

Ahm, y tras el enganchón a Prosopopeya Divagante, ahora me estoy leyendo avanzando hacia atrás en el tiempo, a lo memento, el blog de Wardog, un administrador de sistemas que cuenta sus peripecias con sus lusers. Si alguna vez has trabajado en un sitio donde hacen un printscreen de ésta formate sentirás identificado con muchas de las cosas que cuenta. Lo malo de leer blogs de esa forma es que requiere estar delante de la pantallita, pero bueno, ya escribirá un libro o algo más comestible, pero de momento me toca quemarme los ojos…

La ciencia española no necesita tijeras

Hoy toca cabreo y pataleta, de los que a mí me gustan. Porque llevo ya unos meses conteniéndome las ganas de cagarme en todo el mundo y gritar por las calles que debemos estar locos para permitir que todo siga en calma. Entre tantas otras cosas que he escrito por aquí, la Economía de un país es probablemente la menos estúpida y mi opinión, tan válida dentro del <body> de ésta web como cualquier otra, hoy quería salir a ver mundo. Y mi opinión es que estamos gilipollas.

Entre las maravillosas ideas que han tenido los economistas para superar la crisis -los mismo economistas que, si la vieron venir, les importó un carajo- me llega al alma el Recorte presupuestario de los fondos dedicados a Investigación y por ello me sumo a la iniciativa de La Aldea Irreductible de escribir algo utilizando como título «La ciencia española no necesita tijeras», a modo de protesta por tal medida. Y mi granito de silicio son los cinco siguientes párrafos llenos de tacos.

<opinión>
Parece que ya empieza a cantar que a los políticos se la sopla hacer las cosas bien o mal. La cultura de «coge el dinero y corre» de las clases inferiores, que buscan (buscamos) la recompensa inmediata se refleja con suma fidelidad en los actos de los que nos gobiernan. Y no es que no nos importe, es que nos la suda enormemente mientras no nos toque de cerca. Si tienen que trincar pasta, que sea la de otros. Éste Carpe Diem desmesurado quizá no nos pase factura a nosotros, sino a nuestros hijos. Que se jodan, que hubieran nacido antes.

Y nos merecemos ser manipulados, estafados y sodomizados porque nos conformamos con un pan rancio y un circo para retrasados, y no movemos un dedo para salir del fango. Total, lo más seguro es que nos hundamos un poco más. ¿Para qué dar la nota? ¿Para perder las cuatro comodidades que nos quedan? Las revoluciones son cosas de cuatro locos, y la vida son dos días. La ecología, la educación, el conocimiento… elementos superfluos no imprescindibles para la vida. ¿Por qué reivindicar algo que no es imprescindible?

A día de hoy, el gobierno al que pagamos no puede dar más la razón a todo el que dice que la izquierda, en lo que a lo económico se refiere, gobierna pintando cruces con un lápiz metido en el culo. No creo que haya provocado la craisis, no. Lo que está haciendo jodidamente mal es el intento de atenuarla. El dar ayudas y subvenciones, aparte de crear vagos, es como apagar un fuego con gasolina. ¿Nadie se imagina de dónde viene el dinero de las ayudas?

Pero no pasa nada, a los que toman las decisiones también les va a afectar hacerlo mal. Cuanto más ignorantes seamos, más fáciles seremos de manejar, pero un país atrasado tecnológica y culturalmente no producirá las riquezas que la clase política espera. Que se jodan, que no van a poder desfalcar tanto como ahora.

Y a nosotros, los que nos interesamos por hacer algo bien, que nos dé para vivir y facilite la vida a los demás, no nos quedará mas remedio que irnos a otro país, o inventarnos alguno nuevo, porque no querremos pagar los platos rotos de los acomodados. Al que trabaja día a día por encontrar soluciones, medicamentos, conocimiento, diseñar herramientas para trabajar, por facilitar la vida y hacer las cosas mejor de lo que ya son, que no puede vivir con un sueldo de investigador ni trabajar por su cuenta con un sistema fiscal que le exprima, no le importará aprender un idioma nuevo si eso le otorga un trabajo digno y mandar a la mierda un sistema que no sólo no le recompensa, sino que le exprime al máximo y no le importa promulgar que la finalidad es el lucro de unos pocos.
</opinión>

Ale, ya me he quedado a gusto.

nanos del cole

Hoy les he explicado que las videoconsolas que tienen en casa son ordenadores, pero orientados a jugar, y que tienen básicamente los mismos componentes: un monitor, unos periféricos y una torre con hardware de ordenador. Y les he preguntado cuál era su juego favorito:
– Los Sims -dice una.
– El Mario Kart- dice otro.
– El FIFA- dice otro más.
Y viene uno y me suelta: – El 101 juegos -. Ése sí que es listo.

interfaces

Ayer ví por segunda vez el capítulo 8×01 de Padre de Familia, ese en el que Stewie utiliza una máquina que los transporta a él y a Brian a otros universos, paralelos, en donde cambia algo o mucho con respecto al original. En una de las ocasiones viajan a un universo donde todo está dibujado por Walt Disney, pero el que me debió impactar más fue el primero al que van, en el que no existió el cristianismo y, en palabras de Stewie, no hubo esa época oscura para la ciencia: en la misma fecha y lugar que en nuestro universo ya se había alcanzado la perfección genética, la paz y la ecología y viven en un entorno para nosotros futurista. Y digo que me ha impactado porque he soñado con ese «futuro» pero a mi manera.

Resulta que en el universo alternativo futurista de mi sueño todos llevábamos unas gafas de realidad aumentada y unas botas antigravedad para volar de un sitio a otro. Nada nuevo, el guionista de mi subconsciente no había inventado nada que no hubiese visto antes. La parte que me ha sorprendido es la interfaz de entrada de las gafas: en lugar de detectar mediante cámaras o sensores el movimiento de los dedos sobre el espacio frente a ellas, se utiliza un touchpad alargado, sujeto al antebrazo de la mano izquierda. El touchpad detecta las pulsaciones de la mano derecha y las gafas representan un cursor superpuesto a la imagen en la posición del dedo, y se maneja como el de un ordenador para hacer click. La parte que me ha gustado es la de introducir texto con una sola mano. Seguramente influenciado por el teclado SureType de la Blackberry, en el que se agrupan las teclas para tener dos letras en cada una y ahorrar espacio, mi subconsciente me ha mostrado un teclado para la mano derecha en el que había dos teclas por letra, con la diferencia de que las letras que se utilizan con el mismo dedo de cada mano estaban en la misma tecla:

ty ru ei wo qp
gh fj dk sl añ
bn vm c, x. z-

Así, al escribir siempre únicamente con la mano derecha, las teclas más usadas*, se escriben siempre con el índice, el dedo supuestamente más ágil.

Y hasta ahí ha sido la parte interesante del sueño, que luego ha cambiado a una partida de pistolas de la XBox con mi padre, un poco de surf en hawaii y que la espada de He-Man era la pata de una hormiga (¿?)

*: La distribución de teclado DVORAK es, supuestamente, más rápida que la QWERTY.

cole!

Hoy ha sido el primer día de cole, he vuelto a empezar a dar clases extraescolares de informática a nanos entre 6 y 12 años. Durante el verano lo eché un poco de menos, pero el sentimiento me ha durado hasta hoy, cuando me los he encontrado en el patio otra vez y casi no han callado en las dos horas de clase.
Hemos estado hablando de para qué utilizan ellos el ordenador en casa, de por qué una videoconsola también es un ordenador y de que los teléfonos móviles modernos son más potentes que las máquinas que llevaron a los primeros hombres a la Luna.
Y también de cómo será el futuro para ellos, que ya están acostumbrados a pantallitas y que pronto todo el mundo necesitará saber usarlas hasta para las tareas más cotidianas, que nuestra generación cada vez nos hacemos más a todos los cacharritos por comodidad, por trabajo o por moda.
Nosotros no crecimos con un dispositivo que te cabe en el bolsillo y tiene todas las respuestas, acceso a todos los datos del mundo y entretenimiento a raudales, pero ellos ya están acostumbrados a ver el mundo a través de un LCD.
Les he contado de avances en tecnología, y hemos acabado con la robótica, desde las fábricas de coches a la aspiradora Roomba, y ahora me he encontrado con éste vídeo:


Y lo mejor de todo: Me han llamado «Don Rafa». Vaya tela…

He vuelto

de mi desintoxicación. 8 días en Menorca han bastando para desconectar un poco de pantallitas. Algo de submarinismo, montar a caballo, comer buen pescado y caminar un montón. La isla tiene unos 45 Km de punta a punta, y al coche alquilado le hemos hecho más de 900.
Lo que me espera ahora es una agenda completa de ocho a ocho, con vuelta al cole incluída -a partir del día 1 de Octubre vuelvo a ser profe de informática, aparte del trabajo en la empresa- y ésto:


Cuando suba alguna foto al flickr la enlazaré por aquí, y las de semprealnuvols también.