Alierta Máxima

César Alierta no solo es el presidente de una de las mayores empresas españolas: Telefónica. No, además es el dueño de la bocaza más grande de España y de la vergüenza más reducida. Tras meter la pata en el pasado diciendo que debería cobrar a los proveedores de contenido y a los consumidores de contenido por usar sus redes, ahora no teme decir sandeces tales como:

Telefónica «estaría quebrada» sin los ajustes (El País, 19/5/2011)

Se queda tan ancho y justifica con ello el despido de 6000 empleados.
Y lo más triste es que, o tiene poca memoria, o mucha cara, o las dos cosas, porque manda cojones que una sola persona se lleve más dinero que los 6000 empleados a los que va a despedir:
El presidente de Telefónica cobró 8,6 millones en efectivo y acciones en 2010 (El País, 17/05/2011 – Dos dias antes!!!)

Si tan mal le va a la empresa ¿Cómo gana él tanto dinero? Porque es un listo. Y nosotros, que lo permitimos, unos estúpidos.

No es difícil

Hace unos meses, con la entrada en vigor de la Ley de Economía Sostenible, se desató un movimiento de inconformismo frente a las intenciones y las formas de actuar del actual gobierno.
Unos meses después, el inconformismo se ha transformado en indignación y los que entonces alzaron las letras en las redes hoy alzan las manos en las plazas. El movimiento ha salido a la calle. Llena portadas de periódicos y evade a los medios que tratan de minimizarlo.

Espero que lo que está sucediendo éstos días quede en la memoria como un movimiento que provocó un cambio. Es difícil regenerar un sistema podrido, pero no es imposible hacer que los que pretenden gobernarnos nos escuchen y pidan el cambio a su vez.

Pero para que nos escuchen, todavía es necesario más. Más gente, más ideas, más movimiento. Que nuestras palabras no se cierren en nuestros grupos de conocidos, que salten a otras redes sociales, que se hable de ello en peluquerías, en autobuses, en salas de espera y en comidas familiares. Que todos necesitamos ese cambio, que somos todos y tenemos en nuestras manos la decisión de hacer que todo vaya mejor.

No es pedir demasiado: solo se pretende que la gente a la que se paga por hacer su trabajo trabaje para quien le paga. Un político debe estar a merced del pueblo y no al revés. Y actualmente su casta se ha convertido en un grupo privilegiado que nos manda pero no nos gobierna. Y ésto debe acabar.

Por favor, si estás leyendo ésto, ve este domingo a votar, pero no votes a los de siempre. Elige a otros, grandes o pequeños. No votes en blanco, porque siguen ganando los mismos. Así empezará el cambio. Así demostraremos que no queremos que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Que es necesario un relevo, una discrepancia, una tercera opinión, una obligación de hacer las cosas mejor. Y el cambio arriba solo puede empezar desde abajo.

THE MANIFESTO MANIFESTO – Kim Mok

Como escribir un Manifiesto.

Hoy, escribiremos un manifiesto.

Hoy, la segunda frase empieza con la primera palabra de la primera frase.

Escribiremos una frase mas corta.

Otra frase aún más corta.

Y luego otra frase mucho más larga que puede que no tenga ningún sentido pero está seguida inmediatamente por

Frases.

De.

Una.

Palabra.

Luego dejamos nuestro punto de vista mas claro.

Mediante el uso de frases con preposiciones.

Mediante repeticiones de la primera preposición.

Mediante un total de tres repeticiones.

Y luego tenemos otra frase realmente larga para crear emoción por generar un concepto que se resume en una palabra que no tiene ningún sentido.

Kumquat.

Traducido de THE MANIFESTO MANIFESTO – Kim Mok via Microsiervos

Super mudanza

YouTube – First Person Mario.

 

Ya está. Casi hemos acabado la mudanza y ya prácticamente vivimos en el centro de Valencia. Nos hemos comido unas fallas de cargar y descargar muebles buenísimas y estamos reventados, pero el piso ya va tomando forma de «nuestra casa» con pingüinos y darthvaders y gatos y ahora mismo ya podemos estar sentadicos en un sofá naufragando por Internet un rato y viendo vídeos absurdos de Super Mario en primera persona.