7 Pecados
Ésto viene a que hace unos meses escribí por aquí acerca de Windows 7 y me preguntan a menudo si ya lo he probado, y todavía no lo he hecho, a pesar de haber conseguido un original con licencia de 1 año en la Campus Party. Los que lo han estado trasteando me cuentan que el rendimiento mejora bastante respecto a Windows Vista, que han cambiado algunas opciones para favorecer la usabilidad y que, a pesar de haber probado versiones candidatas que aún estaban sujetas a cambios, lo encontraban muy robusto.
Por una parte me interesaría, por cuestiones laborales, instalarlo en una máquina virtual y empezar a familiarizarme con él, como en su día me tocó hacer con Windows Vista. Pero por otra parte, no me despierta ninguna curiosidad, y no creo que la mejora de rendimiento sea tan evidente, viendo el hardware sobre el que la gente lo instala. Y no soy el único:
«El hecho que Windows 7 sea mejor que Vista dice mucho. Microsoft tendrá una enorme ventaja publicitaria, debido a que los consumidores compararán el producto con Vista, concluyendo que es bueno. ¿Quizás Microsoft lo hizo a propósito?»
Linus Torvalds en una entrevista de ComputerWorld
Suena rebuscado, pero luego piensas en Windows Millenium, aquella versión absurda de Windows 98 que sacaron antes de XP, y la conspiración va tomando forma…
Para rematar, además de mis paranoias windowseras, hoy he encontrado una web llamada Windows 7 Sins ( Los 7 pecados de Windows ) creada por la Free Software Foundation, que resume en 7 puntos por qué hay que dejar de seguir la corriente impuesta por una de las mayores empresas del mundo y empezar a pensar en utilizar otros sistemas operativos.
Repito que no soy un anti-Microsoft, pero nunca está de mas saber:
1. Que Microsoft gasta grandes cantidades de dinero en hacer que la educación en las escuelas se realice con su software, en algunos casos con prácticas sospechosas.
2. Que utiliza software, como el Programa de Ventajas de Windows Original, que invaden la privacidad de los usuarios.
3. Que Microsoft, aprovechando su monopolio, dicta a los fabricantes de hardware qué sistema operativo deben instalar en los equipos nuevos.
4. Que el uso de esos sistemas operativos hace que los usuarios queden supeditados a instalar sus actualizaciones para poder seguir utilizandolo o a tener que comprar versiones nuevas cuando dejan de tener soporte.
5. Que Microsoft viola los estándares porque amenazan su control sobre los usuarios
6. Que, con el uso de software de Gestión de Derechos Digitales (DRM), integrado en el sistema operativo, Microsoft puede controlar el acceso a los ficheros de audio y video que se reproduzcan en él, haciendo imposible su redifusión o copia, aun a pesar de contar con el derecho de hacerlo.
7. Que el uso de esos sistemas operativos propietarios con una larga lista de vulnerabilidades amenaza a la seguridad de los usuarios, y permite la distribución masiva de virus y la generación de ordenadores zombies y botnets para envío intensivo de spam, ya que todos los usuarios dependen de las actualizaciones de Microsoft.
Si el ordenador personal hoy en día es una herramienta necesaria para casi cualquier trabajo y muy útil para el ocio, deberíamos preocuparnos más del software que utilizamos. Está claro que Microsoft no es la única empresa evil de toda la Tierra, y que el Software Libre también tiene sus desventajas, pero aún así no son aquellas las razones que yo esgrimo para usar GNU/Linux. El pertenecer a algo mucho más grande que cualquier empresa y colaborar con algo que beneficia a todo el mundo me vale más. Aunque la verdad es que uso Debian por comodidad…
14 dias
En fin, si alguien se lo pasa, que avise.
Mayor de Edad
GNU/Linux es, a día de hoy, el sistema operativo (junto a FreeBSD) más utilizado en servidores, y se convierte a pasos agigantados en una alternativa fiable y cómoda para equipos de escritorio, sobre todo tras el fiasco de la empresa predominante en éste entorno con el lanzamiento de su último sistema operativo, Windows Vista, el cual consume cantidades ingentes de recursos de hardware y ha sido desechado para su instalación en los mini-portátiles de nueva generación.
Como usuario de GNU/Linux en escritorios desde hace 9 años, puedo decir que el avance de las distintas distribuciones de Linux ha superado ampliamente al de otros sistemas operativos comerciales. En el tiempo que ha transcurrido desde que empecé a usar Mandriva, he estado trabajando paralelamente con Windows95, más tarde 98, XP, 2003 y Windows Vista y en ningún caso la evolución de éstos sistemas me ha supuesto las satisfacciones que encontré en las actualizaciones de las distribuciones de GNU/Linux.
Cuando empecé a usar Mandriva (que entonces se llamaba Mandrake, y era la distribución recomendada para principiantes) no encontraba nada, no entendía la estructura de los directorios ni el esquema de montaje de dispositivos. No había soporte para hardware como tarjetas WiFi (aunque en aquel entonces nadie tenia «de eso») y configurar dispositivos como una tarjeta de vídeo era una tarea titánica.
Tras el paso por SuSE, y más tarde por Debian, y el surgimiento de meta-distribuciones como Ubuntu o CentOS, la primera orientada a usuarios principiantes y con un soporte de hardware extensísimo, y la segunda basada en Red Hat, la distribución preferida para servidores, ahora puedo decir con seguridad que GNU/Linux ha madurado hasta el punto que cualquiera puede usarlo sin encontrar mayores dificultades que con cualquier otro Sistema Operativo.
Bien es cierto que, para algunas tareas, se requiere un conocimiento avanzado de las herramientas y el entorno. Éste conocimiento es un pequeño esfuerzo a pagar por una recompensa mucho mayor: disponer de la mayor herramienta del mundo cuyos derechos pertenecen a toda la humanidad.
No soy ningún gurú de Linux, no encadeno sentencias en bash con sed y awk ni navego desde una terminal, símplemente uso Linux en casa y en el trabajo porque pienso que es lo más cómodo y seguro, porque tras usarlo un tiempo he llegado a aprender a utilizar las herramientas que me provee y el software que necesito, y aún encuentro la satisfacción en el día a día cuando tengo que vérmelas para hacer funcionar hardware nuevo y lo consigo -o no. Tampoco voy intentando implantar mis gustos a todos mis conocidos/familiares, aunque si me toca hacer de colega pringao informático sí que les doy un poco la tabarra. Pero sí pido, a toda aquella gente que le pique la curiosidad, que le dé una oportunidad, que se baje un Live-DVD de Ubuntu y lo pruebe, que en el momento que se canse sólo tiene que sacar el DVD y tendrá su sistema original intacto.
Login Name Tty Idle
Finger Fitnes es la afición ( y supongo que el trabajo ) de Greg Irwing, un señor que, estudiando la carrera de piano, decidió hacer de la coordinación manual un estilo de vida…
para llevarme la contraria a mí mismo
Vamos, Pablo
Hoy, a los 94 años de edad, ha fallecido de una neumonía Lester William Polsfuss, diseñador de las guitarras Gibson Les Paul, y como sentido homenaje a su obra podemos ver ésta gran lección de guitarra:
Que sus solos blueseros resuenen en
La Nube son los padres
Al principio no te das cuenta, pero cuando llevas unos años leyendo a diario noticias, papers, posts y foros que hablan de sí mismos (de tecnologías web, de informática en general, de tendencias en programación o en hardware) acabas por darte cuenta de que la pescadilla no sólo se muerde la cola, sino que se la traga hasta la cabeza, se caga a sí misma, y vuelve a empezar.
Me refiero ahora a los términos que se utilizan hoy en día para designar las nuevas tecnologías de acceso a la información: viene un publicista, ve un esquema de Visio donde entre el PC del usuario y el Servidor de Aplicaciones hay una nube y, a pesar de no entender nada, le sale el término más bonito del mundo para reinventar algo que ya está más que visto, las aplicaciones cliente-servidor.
En el caso del Cloud Computing moderno, la única regla que difiere con respecto a las aplicaciones cliente-servidor que se vienen programando desde hace años, y no estoy demasiado seguro de que ésto sea nuevo, es que ahora el servidor ya no pertenece a la compañia que utiliza el software. El servidor (o conjunto de servidores) de la nube pertenece a una o varias compañías que ofrecen el software, almacenan los datos y mantienen los programas. Si antes las aplicaciones cliente-servidor consistían en un programa almacenado en el servidor de tu empresa al que tú accedías para trabajar mediante un terminal o una web, ahora con a lo que se refieren con la nube es lo mismo, pero ese servidor y ese software pertenecen, por ejemplo, a Google. Ellos te ofrecen Google Docs: Editor de textos, hoja de cálculo, presentaciones… todo ello accesible desde un navegador web. Puedes acceder a tus documentos desde cualquier sitio con una conexión a Internet, compartir los ficheros para editarlos al mismo tiempo entre varios usuarios o exportarlos como PDF sin instalar ningún software específico en tu ordenador, sin tener que realizar actualizaciones cuando se añaden nuevas características o se corrigen fallos y funciona prácticamente en cualquier PC: sobremesa de hace 5 años, netbook e incluso teléfonos móviles. El sueño de cualquier usuario: tener todos los programas necesarios para trabajar dentro de uno solo, el navegador web.
Y, ¿por qué me quejo de la nube? Primero, porque es un término estúpido que, al igual que el AJAX (javascript asíncrono) o el Tethering (usar el móvil como módem), parece inventado para poner de moda algo que ya existía desde hace tiempo. Me recuerda al jefe de Dilbert: alguien que desconoce una tecnología, de repente empieza a escuchar el nombre de la misma por todas partes y piensa que es buena y útil sólo porque le suena. No es nuevo. No es la revolución. No estás descubriendo nada. Pero queda muy bien decir The Cloud. Ya pasó en su día con La Web 2.0, un blog es un portal+un foro, controlado por una o varias personas. Pero Portal y Foro son términos «from the past» y ahora lo que está de moda es Twittear: scribr en idioma SMS xo cn un tclado cmpleto! Lo que le faltaba a la nueva «generación internet» para terminar de destrozar el lenguaje.
Segundo, porque el Cloud Computing está muy bien, y es muy buena idea, cuando tienes el control sobre el software que utilizas, cuando alojas tus propias aplicaciones y no dependes de mega-corporaciones que cualquier día pueden decidir dejar de prestar los servicios de los que tanto dependes. El software como Google Docs va un paso más allá del software propietario: el caramelo que te dejo chupar hasta que te haces adicto, pero que nunca te dejaré morder. Y hay software libre en la nube, pero le falta un empujón mediático: un tonto que le ponga un nombre pegadizo o algo así.
De aquí a un mes empezará a funcionar Google Wave, revolucionará la forma de trabajar con documentos compartidos, correo electrónico y multiconferencia, Office 2010 intentará copiarlo en algunas cosas y la cagará en esas cosas y muchas otras y yo me haré adicto al caramelito de La Ola y me llevaré la contraria una vez más.