He pasado horas comiéndome la cabeza haciendo que Guybrush consiguiera el tesoro perdido del Big Whoop, el amor de Elaine o El Insulto Definitivo. También he dedicado mis horitas al Indiana Jones and the Fate of Atlantis o al Day of the Tentacle, aunque no he podido con su predecesor Maniac Mansion.
Ésa clase de juegos, de la época en la que la potencia gráfica era insignificante y el dinero iba para el guión, es la única que me ha enganchado. Las aventuras gráficas de toda la vida combinaban la historia de una novela divertida con la habilidad para resolver puzzles absurdos, y las de Ron Gilbert en particular añadían un toque de humor que, para mí, las hace imprescindibles para todo aquel que haya dedicado unas cuantas horas en la época de los 90 a jugar con el PC.
Pues el anuncio es oficial: Del creador de Sam and Max, Monkey Island y demás maravillas del motor SCUMM surge ahora Deathspank, una nueva aventura gráfica en tomos que saldrá a la venta «prontamente» dividida en episodios y que, según el creador, es una mezcla entre Diablo y Monkey Island.
Intentaré, si me queda algún ratito, que sea el próximo juego que pueda decir que «me ha enganchado», aunque de momento lo veo chungo…
Y ahora, algo completamente diferente: Las cosas van guay. Nos sale curro por todas partes, webs, auditorías, aplicaciones y mantenimiento informático. A ver si también nos salen unos sueldos chulos, y podemos empezar a coger gente a la que pagarles un sueldo decente también, y de la que podamos aprender cositas y entonces se podrá decir que todo va viento en popa.