Mientras su alargada sombra proyectada por la luz de las farolas le
seguía por el paseo, sus pensamientos abarcaban, al ritmo de sus pasos,
parajes mucho mas lejanos, no en el tiempo ni en el espacio, sino en la
manera de comportarse de él y sus semejantes.
Cuando bajó a la arena de la playa, le vino a la mente la maleabilidad
de los designios de los de su especie. Toda la historia de la humanidad
estaba marcada por las pisadas de los que habían llegado primero,
marcando el camino de los que pasarían por allí después.
En esta ocasión, se trataba de cómo, tras varios cientos de años de
avanzada sociedad, se había tranformado un rito venido por la
división para su fácil comprensión de una cualidad física
variable, como es el tiempo, llegando a una situación de alegría
colectiva, ahora impuesta por las intenciones comerciales, reduciendo
todo el significado de la celebración a un ideal de consumo. Pero esto
no era lo único…
veía como a su alrededor se festejaba con todo tipo de indumentaria
callejera algo que no se sabe si pasó exactamente otro dia un par de
miles de años antes, pero ni siquiera eso se celebraba como se
debería… se supone que el día que nació alguien que se dedicó a
predicar que nos amáramos los unos a los otros no debería ser recordado
viviendo noches de opulencia, gula, aborregamiento … alcoholismo.
Mientras se acercaba a la orilla, se percataba de lo altivo de sus
pensamientos: -¿por qué coño he de estar yo por encima de ellos? No creo
ser superior al resto de la humanidad, pero ¿acaso no hay más gente a la
que no le guste esto?.- Mientras se descalzaba intentó deshacerse de ese
sentimiento.-Por lo menos tengo los cojones de reconocer que odio esta
hipocresía.-
Vivimos en una sociedad marcada. Nuestras decisiones conforman lo único
que conocemos de libertad, pero eso no es ser libre. Vivimos, y queremos
vivir, en la ignorancia. Si no ignoramos ciertas cosas, no somos
felices. Si no alcanzamos ciertas metas personales, en pareja,
colectivas, sociales, no somos felices, no sabemos serlo. No somos
libres, no queremos serlo.
Cuando estaba dando vueltas en su cabeza una vez mas a todas esas cosas
en las que ya habia pensado mil veces, sin llegar a ninguna conclusión,
se fue acercando, con los pies descalzos, a las breves olas que
oscurecian la arena de la orilla. Sería ya cerca de la medianoche, pero
eso ahora era lo menos importante. No quería volver a quedarse a medias,
quería descubrir qué había mas allá de todos esos pensamientos.
Es imposible que un solo individuo cambie la forma de pensar colectiva a
gran escala. Los ejemplos como Gandhi o Jesucristo han demostrado que
nada pueden hacer frente a otras ambiciones humanas, como el poder, dinero
o incluso instintos mas primarios. El hombre es así por constitución como
por educación, y después de cien generaciones de comunistas convencidos
seguro que aparecería un niño preguntándose por qué él no puede tener
más. Todos nos creemos superiores… ¿por qué tenemos que tener lo mismo
que los demás? ¿Por qué dar algo a la sociedad, si la sociedad no nos
recompensa como merecemos? El socialismo tampoco funciona, la democracia
es una herramienta poderosa, pero sólo cuando se sabe utilizar, y la
humanidad ha demostrado que no sabe elegir cientos de veces… Los
modelos políticos no nos sirven para conducir a una humanidad cada vez
más en declive, que se arrastra, junto con su entorno, a un final
inminente…
El agua helada le llegaba casi por las rodillas, pero nunca había sido
capaz de enlazar tantos pensamientos. Por fin empezaba a obtener algo
parecido a conclusiones, y no quería por nada dejar escapar todo el hilo
de pensamientos que le había llevado ahí, por lo que siguió adentrándose
en el agua, cada vez más oscura.
-Entonces -siguió pensando, mientras empezaba a temblarle la barbilla-
¡la humanidad está condenada al fracaso!. El único lastre que le impide una
debacle a nivel mundial, tal y como tratamos nuestro entorno,
son las personas que aún creen que hacer agradable la existencia de los demás
es el sentido de su vida. Pero … ¿Cual es el sentido real de nuestra existencia?
Cada vez queda menos gente altruista, que dé mas de lo que espera a cambio. Todos
esperamos algo… La vida eterna en el Reino de Los Cielos, el Nirvana,
, el paraíso lleno de Huríes, o símplemente poder dormir por las noches
con la conciencia tranquila… Cuando no haya gente que desee hacer algo
por que la Humanidad funcione, este planeta será inhabitable, no
querremos tener relaciones sociales, no tendremos ambiciones, metas,
¿para qué nos sirve estudiar, trabajar, conocer, sentir, vivir, si la
vida no merece la pena ser vivida? el suicidio colectivo a escala
mundial será una realidad…
Mientras el agua salada terminaba de calar todo su cuerpo, notó cómo sus
amoratadas manos se empeñaban en flotar. No quería morir, le daba miedo,
sabía que había gente que le echaría de menos, que aún tenía muchas
cosas por hacer en la vida, pero no le merecía la pena el esfuerzo de
mantenerse a flote. A través del agua que rodeaba su cabeza pudo
escuchar una gran ovación, seguida de centelleos y explosiones. Había
acabado una subdivisión más de una cualidad física, algo que había
existido siempre pero que la sociedad había adaptado para sí mismo y se
habían empeñado en festejar…
La hipotermia había hecho grandes estragos en su cuerpo sumergido bajo las
gélidas aguas del mar invernal, pero las miles de neuronas de su
cerebro tuvieron un último y revelador centelleo. Las conexiones
bioeléctricas formaron, a través de campos de recuerdos, emociones,
sensaciones, percepciones y pensamientos, una imágen de lo que pudo
significar la comprensión, desde lo más primario e ínfimo a lo más
alejado y complejo de todo lo que pudo y podrá ser comprendido. Algunos
lo llamarían revelación divina, otros éxtasis cognitvo. Pudo significar
la mayor revelación de todo lo que un hombre puede comprender, todo
aquello que la mente humana puede abarcar, durante una milésima de
segundo, escrito en su mente, marcado en su alma, no sólo el sentido de
su vida, sino el sentido, el por qué, y el cómo de todo lo que ha
existido y existirá, abarcando todos los pensamientos, todas las
sensaciones, todos los objetivos, todos los sentimientos, verdades
absolutas, leyes naturales…
Y comprendió, durante la exhalación de su última bocanada de aire, que
aquello a lo que había llegado era la culminación de sus pensamientos,
el final de su carrera meditativa, y no sólo de la suya, había llegado
más lejos que todos los filósofos, físicos, astrónomos, matemáticos y
demás pensadores y eruditos que habían intentado dar un significado a su
existencia y a la de los demáss.
Cuando despertó a la mañana siguiente me encontró en la camilla de al lado.
Yo estaba paseando al perro de un amigo por la playa, la noche anterior, tampoco
queria saber nada de navidades y nocheviejas, y salí corriendo en su
dirección en cuanto ví su sombra adentrarse en el mar. Me contó todo
esto en el hospital. Cuando los de la ambulancia llegaron a la playa
nos encontraron en la orilla, chorreando y tiritando, semiinconscientes,
y acabamos en la misma habitación.
-Así que has descubierto el porqué de todo. -Le pregunté después de que
me contara su larga historia.
-Pues sí, me costó bastante y estuve a punto de morir, pero lo
conseguí.-Me respondió.
-Y supongo que no me lo querrás explicar…
-Pues el caso es que es bastante difícil, pero puedo intentarlo.
Y me lo explicó de una manera que lo comprendí perfectamente:
-La vida es como un juego de esos de las maquinitas, como el Super Pang
o el Street Fighter.-En este momento yo me sorprendí mucho.- Hay
distintas pruebas, y se obtienen puntuaciones. Pero, a diferencia de
estos jueguecitos, en la vida la puntuación no sube cuando superas las
pruebas, ni cuando la partida dura mucho. La puntuación, la felicidad,
el sentirse completo y satisfecho con tu vida, se consigue pasando las
pruebas como tú crees que debes hacerlo, como tú creas que funcionaría
mejor el mundo. Pensando, actuando correctamente, mirando un poco por
los demás y un poco por tí, intentando cambiar algunas cosas y haciendo
que otras permanezcan, haciendo lo que creas que está bien y que vaya a
hacer que todo funcione mejor.
-Pero yo no sé cómo va a funcionar mejor el mundo, ¿cómo sé lo que está
bien y lo que está mal?- Pregunté.
-Lo sabes, cualquiera lo sabe.- Contestó. -La prioridad es hacer caso
de lo que sabemos, ponerlo en funcionamiento sin más planteamientos que hacer
las cosas bien. Así es como ganarás esos puntos y encontrarás un sentido a
tu vida. Si crees que la sociedad es hipócrita y no lo ves bien, no
hagas tú lo mismo. Si crees, por ejemplo, que la Navidad se ha
convertido en algo que la gente celebra por costumbre, que se desea
felicidad nada más que porque es una frase hecha y que un cambio de
año realmente no significa nada, no tienes por qué celebrarlo o
alegrarte más que en cualquier otra época del año. Ahora bien, si
crees que desear felicidad es bueno, hazlo durante todo el tiempo que
puedas. Si te apetece estar con tu familia, no esperes a que sea
Nochebuena para hacerlo. Algún dia todos actuaremos así. El tiempo
pondrá las cosas en su sitio… ya sabes, a la larga, sólo lo que funcione
«bien» seguira funcionando.
-¿Y al final?
-Y al final del juego, escribes tus iniciales, y ahí quedan. Y si lo has
hecho realmente bien, como tú has querido y creído que debías,
permanecerás en el recuerdo, igual que los récords de
las maquinitas…
-¿Tu has llegado a ver esos récords?
-Pues… sí, tuve una especie de visión.
-Y…¿Quién está el primero?
-Pues un tal AAA.
——
Escribí esto el otro día de madrugada, con motivo del I Concurso de Cuentos Broza de Navidad de funda-mental. No creo que gane el concurso, pero era una forma de expresar cosas a las que le doy vueltas ultimamente.
Por cierto, si alguien sabe que es el «Lanzacartas muñequera con luz y sonido de Yu-gi-oh!», que venga a donde curro ahora y me lo explique.