Hoy alguien ha dicho cosas horribles de una forma preciosa.
Y otro alguien ha dicho cosas preciosas, tal y como las sentía, sin preocuparse en la forma en la que sonaban.
Y todo son cosas horribles disfrazadas de palabras armoniosas.
Y cosas increíblemente maravillosas, disfrazadas sutilmente de aberraciones sin final.